viernes, 14 de noviembre de 2014

Las fechas de las fiestas de los pueblos

¡COMO EN MI PUEBLO, NINGUNO!
Para mucha gente, las fechas de sus fiestas locales están bien ordenadas dentro de la vida del municipio. Sin embargo, es importante destacar que son un importante motor económico. Esta situación no ha variado mucho, en España, desde la Edad Media. Ahora bien, en muchos municipios, sería conveniente cambiar las fechas oficiales.
Intentaré explicarme sin herir a nadie, lo cual casi siempre es imposible. En nuestro país, hablarle a alguien de un cambio en el municipio ajeno es algo peligroso para la integridad física del osado. Si, además, la conversación se enfoca desde lo peyorativo, la agresión está prácticamente asegurada.

UNIR UN PUEBLO
Sin embargo, se olvida del objetivo de las fiestas de un municipio. Una fiesta de una ciudad sirve para UNIR al pueblo, hacer ciudad. Hoy por hoy, las fiestas de muchos municipios se mueren. El caso frecuente es la mala ubicación de las fechas ya que se celebran en una fecha inadecuada, por ejemple, en la última semana de agosto. En efecto, llegan  tarde. Muchos municipios vecinos ya han celebrado sus fiestas.

EXÁMENES DE SEPTIEMBRE
Además, hasta que se desarrolle completamente la reforma del calendario escolar, en muchas comunidades autónomas, los estudiantes siguen preparando en la última semana de Agosto sus exámenes de Septiembre. Cuando coinciden ambas actividades, no tienen tiempo de programar sus estudios. Lo lógico es que quieran celebrar sus fiestas. Los suspensos de Septiembre dan buena cuenta de ello.

EJEMPLO EXTREMO: COREA DEL SUR 
En este caso, no se trata de imitar la República de Corea que se paraliza para que los estudiantes puedan rendir al máximo. Allí, las autoridades paralizan el país ante la prueba de acceso a la Universidad. En esa cultura, se  ensalza el esfuerzo y la capacidad de trabajo del estudiante, incluso con exceso, vista la tasa de suicidio de los jóvenes. Todo el país se organiza para asegurar las condiciones en las que se celebra el examen de los 668.000 estudiantes, con medidas tendentes a la reducción de la contaminación acústica, la imposición de controles de tráfico y el  incremento de la frecuencia de los transportes públicos. En 1.191 centros de todo el país, la prueba se desarrolla durante nueve horas en las que los estudiantes deben examinarse en cinco materias: coreano, matemáticas, inglés, ciencias sociales y naturales y una segunda lengua extranjera a su elección. A primera hora de la mañana se llega a prohibir la circulación en un radio de 200 metros alrededor de los centros de examen. Se pospone una hora la entrada al trabajo en las oficinas gubernamentales y empresas cercanas, para no coincidir con los estudiantes.

La Policía surcoreana moviliza a 13.000 efectivos para garantizar la seguridad de los estudiantes. Incluso, habilita un servicio de atención telefónica en el que ofrece, a quien lo necesite, el traslado a los centros de examen en coche patrulla o en motocicleta policial. También se programa la paralización de despegues y aterrizajes de aviones en el país durante los 13 minutos de la prueba de comprensión oral coreana y los 20 minutos de la de inglés. Algo bien diferente del clima de estudio en España.

PEQUEÑA ADECUACIÓN DE LAS FECHAS
En aquellos municipios en los cuales se compruebe que las fechas no cumplen con su objetivo, se deberían adecuar las fechas al mayor aprovechamiento de los recursos. La simple colisión de las fechas de las fiestas del municipio con el calendario escolar debería bastar para cambiar las fechas de las fiestas. Es fundamental que los estudiantes puedan acompasar sus estudios con las fiestas. En caso de conflicto, las fiestas deben ceder ante el calendario escolar.

MOTIVOS ECONÓMICOS
Además, existen importantes motivos económicos. Los municipios emisores de población reciben en pleno verano a sus “ausentes”. Estos son antiguos vecinos expulsados por la carencia de posibilidades económicas que retornan para ver a la familia. Viven fuera. Cuando las fechas de las  fiestas no coinciden en pleno verano, han vuelta a su lugar de trabajo sin encontrarse con los demás que están fuera. Una buena fecha de fiesta permite que todos los “ausentes” se encuentren otra vez.
Si las fechas de fiestas son muy próximas a Septiembre, los padres de familia piensan en los gastos escolares de ropa, libros
Si una ciudad tiene otra próxima con una de proyección nacional, se equivoca si pretende competir. Es el caso de la ciudad de San Sebastián de los Reyes que atrae a un millón de visitantes con un montaje de encierros y atracciones impresionantes. Cualquier municipio cercano con fechas coincidentes está abocado al fracaso. Los feriantes pujarán para situarse en la fiesta más rentable. Las peores máquinas y atracciones acabarán en el municipio de la fiesta pobre. Económicamente, es muy injusto ya que los usuarios pagan el mismo precio por un servicio de la atracción “inferior” como si fuera una  atracción de primera categoría. En el sector de la restauración, se repite el fracaso económico y laboral. Los bares del pueblo “perdedor” casi no necesitaran personal para atender la escasa masa de público. No contribuirán al descenso del paro aunque sea poniendo copas.

PAMPLONA
Otra experiencia para ilustrar el debate: Las fiestas de Pamplona no se celebraban el 7 de julio, Día de San Fermín. La fecha tradicional estaba establecida el 25 de septiembre, fiesta del martirio de San Fermín. Sin embargo, con buen criterio, el municipio cambió las fechas para garantizar la llegada del turismo francés. De esa manera, se podía celebrar una semana de fiesta que finalizaba el 14 de julio, fiesta nacional francesa. No les ha ido mal.


FIESTAS DE LOS MUNICIPIOS RURALES
En la época del desarrollismo del siglo XX, se produjo una importante migración del campo a la ciudad. Numerosos pueblos perdieron muchísima población. Sin embargo, para facilitar el reencuentro de sus vecinos, se optó por adecuar las fechas de las fiestas a la realidad económica. Las fiestas de los pueblos se celebran tradicionalmente después de la vendimia, en Septiembre. Era frecuente el mal tiempo. Unido lo anterior a la poca presencia de migrantes a la ciudad, casi todos los pueblos cambiaron las fechas. Se buscó una nueva figura en el Santoral o directamente, se trasladó la festividad del Santo.

CONCLUSIÓN
El debate sobre el cambio de fechas se ha planteado ahora porque la crisis económica obliga a actuar. Las ciudades son como las personas. Si no se hace nada para luchar contra la crisis, las más pobres acaban más necesitadas. Las poderosas salen aún más poderosas. A las ciudades, les pasa lo mismo. El cambio de fechas permitiría transformar los gastos de la ciudad en inversiones productivas para, de una parte, incrementar la rentabilidad económica de las fiestas locales y, de otra parte, fortalecer los lazos de convivencia entre todos los habitantes del municipio.



No hay comentarios:

Publicar un comentario